"Te vas a tatuar eso? Lo vas a tener en el cuerpo durante toda la vida!" los amantes de los tattoos hemos escuchado esta frase en diversas versiones similares durante varias charlas con familiares, amigos o conocidos, pero un estudio reciente pone en dudas este prejuicio... Al parecer el cuerpo humano rechaza los tatuajes durante toda la vida y quizás ese tattoo que te hiciste, no necesariamente lo llevarás en el cuerpo por toda la vida, ya que un nuevo hallazgo podría generar una nueva manera de borrar los tatuajes de manera sencilla.
La mayoría de las personas cree que cuando se hacen tatuajes la tinta se inyecta en lo más profundo de la piel y que allí se queda acumulada por años. Sin embargo, lo que sucede es que la aguja funciona como las antiguas estilográficas donde la tinta permanece en la punta. Al abrir un agujero en la epidermis la presión capilar absorbe el líquido hacia el interior.
Una vez que la tinta se encuentra allí, existen unas células del sistema inmunológico llamadas macrófagos cuya función es precisamente comerse todos los desechos que encuentren, sean orgánicos o no, entre ellos la tinta de los tatuajes. Pero este producto se queda cómodamente en las membranas celulares de los glóbulos blancos, por lo que desde afuera se sigue viendo la coloración.
La pregunta que hace tiempo se hacían los científicos era: ¿Cómo es posible que los tatuajes se conserven toda a vida si los macrófagos se marchitan?
Lo que realmente ocurre es que estas células se reciclan toda la vida. Cuando los macrófagos mueren, la tinta que portaban queda entre las células de la dermis, como estaba cuando se hizo el tatuaje. Inmediatamente, otros macrófagos aparecen para engullir el producto y así son reemplazados por nuevos.
La investigación para comprender cómo funcionan los macrófagos frente a la tinta de los tatuajes se realizó con ratones genéticamente modificados cuyas células inmunes podían ser eliminadas fácilmente. Se les aplicaron tatuajes en las colas y se monitoreó cuáles celulas morían y cuáles las reemplazaban.
Previamente, se creía que la tinta teñía las células de la piel llamadas fibroblastos, que conforman el tejido conectivo. Sin embargo, lo que descubrieron fue que los macrófagos engullían la tinta, al morir la liberaban y detrás venían nuevas células inmunes a relevarlas.
Este hallazgo podría ayudar en un futuro a crear nuevas técnicas para eliminar los tatuajes de manera sencilla, menos dolorosa y más económica.
Los actuales métodos para borrar tatuajes trabajan a base de láser sobre macrófagos que tienen tinta, pero no es un proceso perfecto y depende del tipo de pigmento utilizado.
Según los expertos, los macrófagos dérmicos no se mueven por el cuerpo como otras células del aparato inmunológico. La solución podría ser activar otras células inmunes que agarren la tinta y la lleven a los ganglios linfáticos, desde donde se podría extraer la tinta con más facilidad.
Aunque todos amemos los tatuajes, es muy alentador contar con tecnologías novedosas que nos ayuden a deshacernos de estos dibujos si un día cambiamos de opinión sobre los tattoos de nuestro cuerpo.
0 comments:
Publicar un comentario